martes, 15 de febrero de 2022

BANCO DE GALICIA



Una vez adquiridos el Banco de Vigo y el Banco de Soto (este, posteriormente, cambió su nombre por el de Banco de Lugo), y transcurridos unos años, se decidió su fusión, formando el Banco de Galicia. La fusión del Banco de Lugo y del Banco de Vigo supuso mucho más que la unión del negocio de ambos bancos. Se imprimió un dinamismo que contrastó con el del resto de entidades competidoras. Aumentó significativamente la productividad con el consiguiente aumento de las cuotas de mercado. La política de personal ocupó un primerísimo plano, prestando especial cuidado en la selección de ingreso de los nuevos empleados, necesarios para las numerosas oficinas que se abrieron. Terminó por estar presente en toda la geografía gallega. El acelerado ritmo de la apertura de sucursales produjo crecimientos especialmente altos, sobre todo en los depósitos de la clientela que, hasta mediados de los años 80 del siglo XX, alcanzaron regularmente porcentajes del 30%. La morosidad era prácticamente irrelevante. Al ser mayores los crecimientos de los fondos captados respecto a la inversión, se producía importantes excesos de liquidez, situación que llegó hasta los años 90. A partir de entonces, los crecimientos de la inversión con clientes superaron a la captación de fondos. Como consecuencia de la mayor inversión y de la propia situación económica se produjo un progresivo deterioro de la calidad de los riesgos, son el consiguiente aumento de la morosidad y disminución de los porcentajes de aumento de los beneficios.
La crisis económica iniciada en 2007 y la búsqueda de ahorros administrativos aconsejaron que el Banco Popular Español integrara en su balance, mediante una fusión por absorción, los negocios y actividades de sus bancos filiales entre los que se encontraba el Banco de Galicia, y de cuyo capital poseía el 93,54 %.
A la fecha de la fusión con el Banco Popular, el 30 de junio de 2008, el Banco de Galicia tenía unos fondos propios de 462 millones de euros, unos depósitos de clientes de 3113 millones de euros y los créditos y préstamos con la clientela llegaban a los 4386 millones de euros.


El Banco de Galicia fue un banco regional español, filial del Banco Popular Español. Fue absorbido integralmente por su matriz, por decisión del consejo de administración, del 25 de septiembre de 2008, junto con tres otras filiales regionales: Banco de Castilla, Banco de Crédito Balear y Banco de Vasconia.
En 2008, el Banco de Galicia contaba con unas 202 sucursales ubicadas principalmente en Galicia y en menor medida en Madrid.


1980

1997
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR

2003 EUSKERA
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR

2004
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR

2005 EUSKERA
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR

2005
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR
2006
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR


2007
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR


2008
COMPARTIDA CON  GRUPO BANCO POPULAR

 

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